MODOS DE ENFERMAR Y CONCEPTOS DE ENFERMAD
La biología ha sido fructífera en detectar lo propiamente
humano y se ha enfrentado que estos atributos son diversos en cada individuo,
sin que ello lleve a exiliar de la familia humana a los “desviados”. Se han visto
nuevas perspectivas desde lo atípico, desde lo que diversamente de ha llamado
anomalía, anormalidad y enfermedad.
La antropología médica se debe preocupar por indicar lo
relevante y constitutivo del quehacer terapéutico frente a lo que diversas
culturas denominan y reconocen como enfermedad.
En la medicina moderna siempre se dirige a la enfermedad a través del enfermo en cuanti a ser afectado y no como mero huésped de una
entidad mórbida, mientras que en la antigüedad en la protomedica el enfermo no
participaba en el acto de sanación.
EL SUJETO ENFERMO
Un primer acercamiento al tema indica la necesidad de
entender lo que se dicen al hablar de sujeto y 
de especificar que significados son y por quien fueron elaborados,
cuando emergen dicotomías como sujeto enfermedad, sujeto-medicina, relación
médico-paciente.
El sujeto y el objeto como su contraparte tienen una
cercanía incomoda al problema insoluto mente-cuerpo, la  real existencia del sujeto no es demostrable,
pues el mundo subjetivo solo puede expresarse desde su interior y ser inferido
por el observador. H. Jonas describió como subjetividad como el intervalo
mental entre imput y output, que son
de diferente naturaleza que lo físico.
CONCEPTO DE ENFERMEDAD
T. Sydenham sugiere clasificar y definir las enfermedades en
especies, al modo botánico y hacerlo sin caer en hipótesis filosófica. El paradigma de la enfermedad ontológica fue la plaga:
incomprensible, aniquiladora, impredecible, intratable, apareciendo y
desapareciendo sin menor insinuación de una causalidad determinada.
El organismo humano se ha entendido como un fino mecanismo  funcional cuya misión era mantener su
equilibrio interno u homeostasis. El proceso mórbido desordena este equilibrio
de modo que la enfermedad se da como una disfunción de un desequilibrio. La
perspectiva fisiológica piensa alopáticamente en la misma línea que la
homeopatía: recuperar el balance contrarrestando lo deficitario, teniendo los
parámetros normales.
SIMBOLOGIA DE ENFERMAR
Los conceptos de enfermar deben ser entendidos como
pertenecientes al lenguaje de la medicina. Los conceptos de enfermedad son
parte de la metamedicina, disquisición teórica sobre el quehacer medico
práctico. La simbología médica de la enfermedad pertenece al ámbito de
la antropología la cual, junto con estudiarla, propone su incorporación al
discurso medico para enriquecer y mejorar la eficiencia de los esfuerzos
terapéuticos.
Las perspectivas fueron enriquecidas desde la cultura por un
imaginario metafórico cuya simbología ha ido variando, pero cuya persistencia
es palpable hasta nuestros días. La anatomía humana se basa en disección animales practicada
por galeno y que no fueron corregidas hasta las observaciones en cadáveres
humanos por Vaselio.
LA ENFERMEDAD DEL ALMA
En la actualidad, en que la insuficiencia terapéutica son
producto en buena parte de insolvencia económicas, el tema de la culpa emerge
nuevamente, en forma de autorresponsabilidad para determinar quien debe asumir
los costos de tratamiento.
EL INDIVIDUO PORTADOR DE ENFERMEDAD 
El afectado es  visto
como portador de estados mórbidos que como doliente en necesidad de ayuda.  Enfermedades son claramente circunstanciales,
fortuitas, no obedecen a una ley interna sino a un desorden del organismo que
el médico podrá sanar con medidas aprobadas. El individuo emerge como paciente
y la medicina se produce en la práctica terapéutica orientada hacia el paciente
como portador de enfermedad.
EL PACIENTE EN EL CENTRO DE SU ENFERMEDAD.
La forma como el enfermo como el enfermo vive su afección es
primordial para todo el complejo salud-enfermedad. La enfermedad se reduce a
ser disfuncional  del cuerpo, tipificable
y con una terapéutica sencilla de esquematizar. Los parámetros funcionales del ser humano son de los
procesos de adaptación requeridos por variaciones en el medio ambiente y en el
entorno social.
La salud absoluta es la capacidad originaria e
indeterminadamente de sentar nuevas normas. No solo para el ser humano, también
para cualquier ente vivo, no existen mas que enfermedades del organismo como un
todo. El enfermo reduce su mundo de una sola norma porque ha
perdido la capacidad normativa de su salud. No hay desorden, solo una
substitución del orden anticipado o deseado, por otro orden que no se puede dominar
o bajo el cual se sufre.
VIVENCIA DE ENFERMEDAD Y MUERTE
La enfermedad reduce y colapsa la distancia entre la vida y
la muerte y debilita el esfuerzo poético desplegado, transformando la angustia
vital en un concreto temor ante la visibilidad de morir. El ser humano vive su
enfermedad como una amenaza existencial y no, como lo entiende la medicina. El
giro bioética reconoce el episodio mórbido como una posible clausura vital,
siendo precedido por el giro antropológico que marca la enfermedad como una
eventual claudicación del programa de vida.
LA PREGUNTA POR EL SENTIDO DE ENFERMAR
Al evocar la muerte, la enfermedad cobra fuertes
connotaciones simbólicas. Buscarle sentido a algo es otorgarle valor, es lo que
falta en la enfermedad ya que siempre es vivida como un disvalor a eliminar. En
la medida que es inmanejable, la enfermedad invita a buscarle sentido.  
La enfermedad tiene duración, se inserta con su propia
temporalidad en la biografia de los individuos; aun cuando el devenir de la
enfermedad sea isócrono con la existencia o tenga un comienzo pero carezca de
término por su cronicidad o progresividad.
EL TRIANGULO ENFERMO-TERAPEUTA-SOCIEDAD.
El individuo que claudica se vuelve enfermo si la sociedad
lo reconoce como tal y es paciente cuando el terapeuta lo acoge. El médico es
un sanador reconocido si la sociedad le otorga el estatus. Cada estamento reconoce la enfermedad según sus intereses:
el doliente que ve afectado su calidad de vida en diferentes esferas solicita
ser acogido como persona y no como organismo descompuesto.
La medicina privilegia conceptos de enfermedad asignables al
organismo, detectables instrumentalmente y tratables por la vía orgánica sin
incorporar las vivencias del afectado.
Estos tres gestores interactúan y se influencian mutuamente,
ninguno de ellos pudiera establecer hegemonía que desconozca y excluya a las
otras dos.
DESCRIPCIÓN DE ENFERMEDAD
Es un estado 
complejo, orgánico y cultural, que requiere una descripción que
compromete ambas dimensiones e ilumine los esfuerzos terapéuticos orientados
tanto al organismo vivo como el cuerpo vivido. Se inicia desde el afectado que
vive un dolor, un malestar o una deformación. El terapeuta es quien descarta o
confirma el diagnostico de enfermedad.
La enfermedad le otorga presencia y protagonismo
a la corporeidad. El cuerpo sano es silencioso, el cuerpo enfermo clama por
atención.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario